Arusitys, el programa capitaneado
por el presentador y periodista Alfonso Arús, es una de las principales novedades
de LaSexta. Este magazín de entretenimiento es un clon de Arucitys, el espacio
que durante 16 temporadas ocupó la parrilla de 8tv, el canal privado catalán de
ámbito regional.
Arusitys tiene a su favor que viene avalado por más de tres lustros en antena, la indiscutible experiencia televisiva de un presentador como Alfonso Arús, emitirse en la franja matinal, con menos consumo y por tanto menos sometida a las exigencias que se imponen, por ejemplo, en el prime time. También tienen a su favor que la cadena que lo emite, LaSexta, no entra en la guerra de los grandes magazines matinales y acostumbra a dar tiempo y oportunidades a sus nuevos formatos.
Entre los retos a superar uno de
las principales es tener la capacidad para adaptar un formato que durante años
ha estado enfocado a un público muy localizado hasta llegar a su público
objetivo dentro de un ámbito geográfico mucho más amplio. Lo que ha funcionado
en un contexto autonómico no siempre garantiza el éxito en el ámbito nacional.
Dos de los pilares en los que se
sustenta Arusitys son el tono distendido y un ritmo muy dinámico. Como si se
tratase de una estructura de programación radiofónica, hay conexiones
periódicas con la redacción para conocer la última hora de la actualidad, previsión meteorológica, datos de la DGT, sucesos, deporte... Esta estructura,
enfocada a quienes consumen parcialmente el programa antes de salir de casa para ir al trabajo, lastra el visionado del programa completo por la reiteración de
contenidos.
En el plató hay hasta diez puestos
para colaboradores que no siempre están ocupados. Un equipo tan amplio en
muchas ocasiones genera demasiado ruido en el discurso.
Las intervenciones no están
guionizadas, una circunstancia que puede hacer que el programa gane en naturalidad,
pero que resta el ingenio. Se pierden los golpes de efecto, las sorpresas y el talento que aporta el trabajo de mesa de los
guionistas.
Las secciones o bloques de programa están poco definidas. Arusitys es un contenedor de entretenimiento en el que se suceden de una forma atropellada, caótica en ocasiones, la actualidad informativa, el repaso a las imágenes más llamativas de los programas del grupo, vídeos virales de internet, repaso a la vida de los famosos en redes sociales, los productos más surrealistas de la teletienda… Contenidos heterogéneos e inconexos que difuminan el discurso audiovisual y dificultan al espectador seguir el hilo narrativo del programa.
La interacción con los
espectadores carece de fuerza mediática. Una encuesta sobre el aeropuerto más impuntual,
vídeos para felicitar a un familiar/amigo, o cantando dentro de un coche no
dejan de ser elementos de consumo doméstico que poco o nada aportan al
entretenimiento del resto de espectadores que lo ven.
Esta sensación de contenidos
inconexos se traslada también al plató, que carece de una mesa en torno a la
que se sentar a los colaboradores, que ahora se ubican en forma de V a ambos
lados de la mesa del presentador.
Zapeando, referencia y uno de los formatos más
exitosos hoy día de LaSexta, pagó en su día el peaje de trabajar sin guion, abusar
de los contenidos presentados de forma inconexa o la frialdad que genera en
pantalla contar con una gran cantidad de colaboradores sin un elemento
integrador como una gran mesa en plató. Aspectos que no tardó en solucionar con evidentes buenos resultados.
A pesar de todo, Arusitys también tiene a su favor que la cadena que lo emite, LaSexta, no busca con este formato entrar en la guerra de los magacines matinales y, aunque pretende que este estreno le deje arrastre a Al Rojo Vivo, es una cadena que acostumbra a dar tiempo y oportunidades a sus nuevos formatos más allá de los datos de audiencia.