Actualmente, la
posibilidad de ver fútbol de primer nivel en abierto se limita a los partidos
de Champions League que emite TVE y a los descartes de Liga la BBVA que ofrece
Mediaset a través de Cuatro.
Aunque las
opciones son cada vez más limitadas, el tirón que tiene entre los espectadores
estas retransmisiones deportivas hacen que la competencia esté obligada a
buscar recursos con los que combatir el rodillo que aplica el fútbol en lo que
a audiencias se refiere.
Un claro ejemplo
de esta incansable búsqueda de recursos por parte de los programadores que
tienen que enfrentarse a un partido emitido en otro canal es el cambio que
realizó en su programación Tele5 para arañar todas las décimas posibles al
partido de Octavos de final en el que se enfrentaban Atlético de Madrid y Milan. Una modificación que le permitió obtener un 28,6% frente al 27,5% del evento deportivo.
La cadena de
Fuencarral optó por una fórmula tan simple como efectiva. Para evitar que El
Príncipe, su contenido estrella en el prime time de los martes, chocase frontalmente
con el encuentro disputado en el Vicente Calderón, adelantó la emisión de El
Príncipe por dentro. En este contenido, que se ofrecía habitualmente al
finalizar el capítulo, actores,
director, guionistas y otros personajes destacados que han colaborado en la
serie explican en primera persona diferentes aspectos de la misma, desvelando
lo que ocurre tras las cámaras en este tipo de producciones.
El orden de los elementos
Con este
movimiento de ficha Tele5 lograba cumplir con varios objetivos: proteger su
contenido principal; ofrecer un contenido atractivo para los seguidores de la
serie; y evitar un relleno con el que se corre el riesgo de perder el interés del
espectador y se rompe la linealidad de la programación.
La edición de El
Príncipe por dentro emitida en esta ocasión contaba con un valor añadido, el de
la actualidad de un trabajo centrado en el terrorismo radical islamista el
mismo día que se conmemoraba el décimo aniversario de los atentados del 11 M en
Madrid. Un programa en el que los actores dejaban su espacio para que lo
ocupasen los testimonios de periodistas especializados, miembros de la policía
y de comunidades islámicas, entre otros.
En definitiva,
una acertada y eficaz vuelta de tuerca de los programadores de TeleCinco en
busca de sobrevivir a una noche de Champions.
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