Tras su paso por las procelosas aguas de la política, Máximo Huerta desembarca de nuevo en un plató de televisión, esta vez en TVE para conducir A partir de hoy (La1, 12:25 h.), un magacín estival clásico, fresco, blanco y ligero, muy ligero.
A partir de hoy gira en torno a Huerta, que asume su rol de anfitrión ante las cámaras con la soltura de quien tiene más tablas que un galeón.
El presentador se arropa de colaboradores más que solventes y eficaces, que ejercen de subalternos siendo primeros espadas: María Gómez (Ese Programa del Que Usted Me Habla), Roberto Leal (OT), Ana García-Siñeriz(Lo + Plus), Lorenzo Caprile (Maestros de la Costura), Guillermo Rodríguez (Huffpost). Colaboradores sobrados de talento para los que su partipación se antoja liviana de más para el talento que atesoran.
El periodista ha sorteado con inteligente pericia la polémica ministerial con una ronda de preguntas que no comprometían y han servido para liquidar cualquier atisbo de morbo nada más arrancar el programa.
Este primer programa ha sido una declaración de intenciones que define bastante bien el target al que se dirige. Continuas alusiones a la familia, reivindicación del papel de la mujer con la percha de actualidad de la victoria de la Selección Femenina de Baloncesto, un punto de nostalgia.
En cualquier caso, no hay que olvidar que se trata de una propuesta veraniega. Esa época en la que parece que hay que resignarse a asumir que se hable de temas sin sustancia como debatir sobre “cómo dormimos”, o preguntarle a un profesional de la coctelería si se siente como un sicólogo de sus clientes. Reportajes atiborrados de lugares comunes y falta de sustancia cuyo principal aliciente es la brevedad. Eso sí, hay que reconocer que agradece la ausencia de casquería.
Con una hora de duración, A partir de hoy podría pasar por una sección de muchas naderías y poco riesgo dentro de la clásicos matinales que ocupan las mañanas en Telecinco y Antena3.
En definitiva, Máximo Huerta regresa a televisión en verano, con una propuesta a medida que, en estos meses de laboratorio televisivo, debería crecer hasta convertirse en un proyecto más ambicioso con el que afrontar con solvencia el crudo y duro invierno.
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